Carta de mi para mi en mi cumpleaños
A los 35 años, hay varias cosas que me gustaría decirle a mi yo más joven
L,
¡Feliz cumpleaños! Quiero comenzar diciéndote lo increíblemente orgullosa que estoy de ti, aunque quizás no te lo exprese tanto como debería. Hay quienes dicen que las mejores cosas vienen en frascos pequeños. No sé si sea cierto, pero quiero que sepas que, sí, siempre serás la más pequeña, pero solo en estatura. Eres como la Salvinia molesta, diminuta pero poderosa, capaz de sorprender al mundo con tu fuerza inesperada. Eres grande en todos los sentidos, y te deseo lo mejor en este día especial.
Deseo que mantengas ese brillo en tus ojitos y que vivas muchos más momentos en los que sientas que tu corazón está a punto de estallar de felicidad. Sé libre, no dejes que las expectativas de la sociedad te limiten. Deseo que experimentes una y otra vez la sensación de libertad que sientes al volar en bicicleta con los pies fuera de los pedales. No temas establecer límites ni mostrar al mundo tus talentos y tu autenticidad. Ocupa espacio sin reservas. Sé compasiva, pero tampoco tan pasiva. Lucha por ti misma, por tus derechos y por todo lo que mereces. Mantén viva tu curiosidad, pelando las capas de la vida como si fueran las capas de una cebolla. Disfruta y aprende de cada experiencia, y rodéate de personas que aprecien tu diversidad y tus múltiples dimensiones. Nunca dejes de reír como loca. Trabaja constantemente para ser la mejor versión de ti misma, siempre desde un lugar de amor y comprensión. Comprende que esto es un viaje de por vida, no un destino final.
Te deseo muchas aventuras emocionantes y experiencias mágicas. No tenía una idea clara de dónde estarías a los 35, pero déjame decirte que has llegado con una gata tricolor, un hogar acogedor, un pasaporte repleto de sellos, y valiosas experiencias tanto profesionales como personales. Además, cuentas con un círculo de amigos y familiares extraordinarios. Si es verdad que las personas que te rodean son un reflejo de ti misma, entonces eres una de las maravillas del mundo aún por descubrir.
Sigue disfrutando de lo sencillo, de los procesos. Simplifica un poco tu mente. Sigue alimentando (y trabajando hacia) el sueño de vivir algún día de tu arte, de tener un rincón propio en Nueva York. Continúa viajando por el mundo hasta saciarte, ya sea sola o en compañía. Dedica más tiempo a lo que realmente te apasiona. Dibuja sin restricciones, escribe con el corazón, escucha música que te conmueva, observa el mundo que te rodea con asombro y gratitud. Sal de tu zona de confort. Ve al gimnasio, aunque no te agrade, muévete, conecta con la naturaleza y llena tu hogar de plantas que cuides con amor. Nunca dejes de jugar como niña, manteniendo siempre tu chispa. Ama profundamente a tus padres y dedica tiempo de calidad a tu familia. Sé un pilar de apoyo para tus amigos, ofreciendo tu hombro y tu corazón cuando más lo necesiten. Confía en el rumbo que ha tomado tu historia y en las maravillas que el futuro tiene para ti. Recuerda que lo lindo de la vida a menudo viene acompañado de desafíos, pero confía en tu capacidad para superarlos. Aprende a soltar aquello que ya no te sirve, liberándote de comportamientos y patrones que obstaculizan tu crecimiento. Recuerda que cada desafío es una oportunidad para crecer y avanzar hacia adelante.
Para finalizar, y sé (sabemos) que mi verborrea podría extenderse, te invito a practicar la gratitud de manera constante. Agradece por lo que fue, por lo que es y por todo lo que está por venir. Agradece por las oportunidades y las bendiciones infinitas que la vida te ofrece. Mantén la certeza de que el universo conspira a tu favor en cada paso que das. Recuerda que tu valor reside en ser, no solo en hacer. Vas bien, así que sigue pa’lante. ¡Que cumplas muchos más!